martes, 17 de agosto de 2010

Un debate sobre las prótesis mamarias


JACINTO CONVIT - Ultimas Noticias - Venezuela
Domingo, 28 de octubre de 2007



Mi querida Venezuela. En carta anterior publicada en "Últimas Noticias" del 29 de julio de 2007, te presenté cuenta de mis actividades como médico. En esta oportunidad me impulsa dirigirme a ti de nuevo, con la finalidad de referirme a un grave problema que padece nuestro pueblo como consecuencia del empleo de prótesis con finalidades estéticas, concretamente a la aplicación de las denominadas prótesis mamarias que, en la mayoría de los casos, son realizadas con fines estéticos, con el pretendido fin de lograr una belleza más armónica.







La preocupación que existe en un grupo de servidores públicos ante la influencia de factores socio-económicos, socio-culturales, e inclusive éticos, vinculados a esta situación, nos obliga a dirigirnos por este medio, a los profesores, estudiantes y trabajadores de las universidades venezolanas, así como a diversas instituciones y gremios profesionales que puedan sentirse involucrados, tal como el Instituto Nacional de la Mujer, el Ministerio de Poder Popular para la salud, el Instituto Venezolano de Seguros Sociales, los colegios de psicólogos, entre otros.

Las intervenciones que se aplican en las prótesis de los senos femeninos, con la esperanza infundada de lograr la belleza armónica, ya nos trae en forma anecdótica la triste y preocupante situación de padres que durante la ceremonia del cumplimento de los 15 años de su hija, quien aún no ha logrado culminar su desarrollo físico, le han dado como regalo el financiamiento de la intervención quirúrgica. Este regalo que se basa en la confianza que generan las actuaciones profesionales, será recordado en muchos casos con pavor, al presentarse graves consecuencias provocadas por dichas intervenciones.


En Venezuela las técnicas médico-quirúrgicas son aplicadas por personal especializado, pero debido al gran aumento del uso de la prótesis mamarias, ha originado que éstas sean aplicadas también por personal no técnico, con el uso de material posiblemente no adecuado.


Esta falta de criterios definidos ante los aspectos antes tratados, ha producido una alta incidencia de fenómenos secundarios, tanto locales como sistémicos, entre los cuales mencionaremos artritis reumatoidea, enfermedades del colágeno, dolor intermitente, creando así un nuevo cuadro patológico.

Consultas realizadas a un microbiólogo, aclaran el mecanismo de producción de los fenómenos secundarios en un caso de prótesis mamarias; corroborado con la desaparición de dichos fenómenos al retirar la prótesis. Un hecho comprobado en senos con prótesis, es la producción de hemorragias intracapsulares después de pequeños traumatismos (situación por demás, frecuente), lo cual podría ser origen de muchos de los fenómenos secundarios. Este último aspecto no excluye los fenómenos secundarios observados en intervenciones realizadas por expertos.

Se ha agregado a la lamentable situación antes descrita, otras consecuencias por los tratamientos realizados por inexpertos.

Por lo tanto, ante una situación que puede crear problemas graves, sugerimos realizar consultas a profesionales con gran experiencia en el campo de la Microbiología, Medicina Interna, Oncología, Cirugía Estética, etc. Como consecuencia de la situación mencionada, nos hemos planteado algunas preguntas: (a) ¿El maltrato que ocasionan las prótesis de los senos podría contribuir al aumento exagerado del cáncer mamario observado al menos, en la última década, que junto con otras causas de origen ambiental así como genéticas intervendrían en la afección mencionada? Nadie podría contestar a ciencia cierta esa pregunta, pero existe la interrogante que plantea el aumento exagerado del cáncer mamario.

(b) ¿Las intervenciones orientadas al aumento del volumen de los senos, cuyo objetivo es lograr la belleza armónica, consigue tal vez dicho objetivo, o lo que se quiere es alcanzar como objetivo la idea peregrina que sugiere el título de "sin tetas no hay paraíso"? Pensamos que estas ideas erradas inculcadas a nue! stra soc iedad, a la cual debemos defender los servidores públicos, y estimulada esta situación por las actividades de instituciones multinacionales que ofrecen financiamiento para dichas intervenciones con créditos a pagar en 36 meses, mostrando un claro ejemplo del "capitalismo salvaje" denunciando fuertemente por uno de los Papas que más ha influido en nuestra formación cristiana, Juan Pablo II.


Por último, deseamos hacer énfasis en el hecho, no menos lamentable, y quizá el más crítico, de que las mencionadas intervenciones en los senos pueden provocar una perturbación de la función de las glándulas mamarias en la producción de la leche materna, escogida como alimento fundamental en el primer año de la vida del niño, y se nos antoja como un atentado al derecho humano que nuestro Dios ha dado para la perpetuación de la especie, que depende, en buena medida, del funcionamiento saludable de la función mamaria y que seguramente está incluido en el significado global de la frase del extraordinario poeta William Shakespeare: "Aquellos que han saboreado la leche de la humana ternura" considerando que no existe acto humano más tierno que el de la madre amamantando a su niño.


En estos momentos de angustia colectiva, los que nos autodenominamos "servidores públicos", queremos dar a conocer estas ideas, con el objeto de llamar la atención de nuestra sociedad por la profunda inquietud que nos inspira, a nuestro entender, una amenaza contra la mujer, la belleza y la máxima expresión del género: el ser madre, al interferir indirectamente en la perpetuación de la especie.


Esperamos provocar un intercambio de ideas en un ambiente democrático y plural, donde siempre cristaliza el progreso y el desarrollo humano. Esta carta podría dar lugar a encuentros de reflexión y la elaboración de un documento a ser firmado por numerosos profesionales que han planteado la necesidad de una alerta social sobre el tema.



JACINTO CONVIT






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